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Carrito

En otra ocasión os hablábamos de los tipos de telescopios y de los tipos de monturas que existen pero no comentamos nada sobre otra pieza fundamental a la hora de usar un telescopio, su buscador. No conseguiremos ver nada con el mejor telescopio del mundo sin un buen buscador. Como el propio nombre indica, el buscador es un accesorio que nos ayudará a encontrar los objetos celestes de forma fácil. Existen básicamente dos tipos: buscadores ópticos y los llamados buscadores de punto rojo (“red dot” en inglés).

Diversos buscadores para un telescopio

Buscadores ópticos para telescopio

Son, en realidad, pequeños telescopios que se sitúan encima del tubo principal y que ofrecen un campo mucho más amplio que éste, lo que facilita la búsqueda de objetos. Llevan una cruceta marcada en la lente, lo que nos permite situar justo el objeto en el centro del campo. En algunos modelos esta cruceta puede iluminarse, lo cual es útil si estamos usando el telescopio en cielos absolutamente oscuros, ya que nos será difícil ver los hilos negros que la forman en total oscuridad.

Buscadores 6×30 y 8×50 rectos

Existen varios tamaños para estos buscadores: los más comunes, que vienen con la mayoría de telescopios de iniciación, son los 6×30 (recordemos: el 6 es el número de aumentos, y el 30 es el diámetro de la lente en milímetros); luego encontramos los 8×50 (o sus versiones similares 7×50 o 9×50), algo más grandes y más luminosos, un poquito más pesados y mucho más útiles a la hora de encontrar objetos. Y es que, si intentamos localizar una débil galaxia con un 6×30 es probable que no la puedas llegar a ver pero con un 8×50 sí. También podréis ver, en ocasiones, buscadores 6×24 o similares, que suelen acompañar a telescopios muy básicos que son más bien telescopios de juguete. Si ves un telescopios que venga con un 6×24, ¡huye!

Dentro de los buscadores ópticos encontramos dos tipos: los rectos y los acodados. La diferencia fundamental es que los buscadores rectos ofrecen una imagen invertida (lo de arriba, abajo) y los acodados no. En la mayoría de los casos esto no es un problema puesto que en el espacio no existe arriba ni abajo pero hay personas que se defienden mejor con los acodados. La ventaja más importante que ofrecen éstos, es que en telescopios tipo dobson no hace falta adquirir posturas extrañas y dañinas para las dolidas espaldas de los aficionados a la astronomía a la hora de mirar por el buscador.

Buscadores de Punto Rojo para telescopio

Buscador de punto rojo avanzado

Los buscadores de punto rojo son pequeños aparatos que proyectan un punto rojo sobre un cristal. Estos buscadores no ofrecen aumentos, por lo que -en general- son más imprecisos. En realidad, no siempre proyectan un punto rojo sino que también pueden proyectar una cruz o incluso una serie de círculos graduados como hacen los telrad. Vamos a verlo!

Muchas veces este tipo de buscadores de punto rojo acompañan a los telescopios más sencillos (p.ej. Serie Astromaster de Celestron) aunque también vienen con telescopios bastante más avanzados (p.ej. Serie dobsons LightBridge de Meade). En general es complicado mirar a través de ellos, ya que según donde te coloques, el punto rojo apunta a distintos sitios (cuestiones de paralaje…) y suelen desmotivar y cabrear a los nuevos aficionados que estrenan telescopio. Así pues, a poca gente le resultan cómodos y es de los primeros accesorios a cambiar.

Telrad

En cambio, existe una variante de este tipo de buscadores que sí son muy cómodos y útiles Estamos hablando del buscador TELRAD. Estos buscadores proyectan una serie de círculos graduados (de 1/2, 2 y 4 grados de diámetro) que nos ayudarán a encontrar objetos muy débiles usando como referencia otras estrellas que se encuentren a esa distancia, por ejemplo. Estos buscadores son usados como un complemento al buscador óptico, a modo de aproximación. Se fijan al telescopio de forma diferente y son algo difíciles de encontrar en tiendas.

Colimar el buscador

Tengamos el buscador que tengamos, es imprescindible calibrarlo para que apunte exactamente al mismo sitio que está apuntando el telescopio (si cada uno apunta donde quiere, no tendría sentido el uso del buscador!). A esto se le llama colimar el buscador y es un proceso muy sencillo, aunque las primeras veces puede llevar unos minutos y es aconsejable hacerlo de día.

En el caso de los buscadores ópticos, vienen con tres tornillos (o dos tornillos y un muelle) que nos permiten regular la presión y, por tanto, la orientación del buscador. Las primeras veces es aconsejable hacer esto de día y apuntando a algún objeto lejano como una torre de alta tensión, el campanario del pueblo, etc. El proceso es lógico y sencillo: primero deberemos mirar por el telescopio y conseguir que apunte a un determinado sitio (cuanto más pequeño y preciso sea lo que hemos elegido, mejor), deberemos frenar la montura para evitar que se mueva e ir moviendo los tornillos mientras miramos por el buscador hasta que veamos lo mismo que por el telescopio. Deberemos colimar el buscador en cada observación, incluso deberíamos revisar la colimación a mitad de la noche. Con la práctica esto se hace en unos segundos y con una estrella cualquiera.

En el caso de los buscadores de punto rojo, tienen diferentes métodos para colimarlo pero la teoría es la misma. Normalmente necesitaremos un destornillador para apretar un tornillo que nos moverá el punto rojo proyectado aunque en algunos se puede hacer con la mano. ¡No olvides llevar pilas de repuesto para estos buscadores!

Roberto Bravo

Roberto Bravo

Astrónomo de afición y emprendedor de profesión. Paciencia, ganas y un puntito de locura han sido necesarias para desarrollar este proyecto desde sus inicios en 2009. Más de diez años después, continúo con aún más fuerza esta preciosa andadura.

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