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Carrito

¿Sabías que si todo el Universo observable fuera igual de grande que una partícula subatómica, el universo real, probablemente, sería mucho más grande que el que vemos a nuestro alrededor?

¡Resulta difícil de imaginar y eso que es solo una comparación!

Observando el Cosmos. Crédito de la imagen: P. Horálek/ESO

El Tamaño del Universo

Normalmente nunca nos paramos a pensar en lo grande que es el Universo realmente; las distancias se escapan a nuestro sentido común y no imaginamos las magnitudes a escalas cósmicas. La luz recorre aproximadamente 300.000 km en un segundo, es decir, la distancia que nos separa de la Luna (unos 380.000 km) la recorrería en poco más de un segundo. Lo mismo que tardaría también en dar siete vueltas a la Tierra por el ecuador. Los fotones que salen de la fotosfera solar invierten unos ocho minutos en llegar a nosotros, y Plutón se encuentra a unas 5 horas yendo a esa velocidad. Un año luz son casi diez millones de millones (10.000.000.000.000) de kilómetros, que es la distancia aproximada que hay hasta los confines de nuestro Sistema Solar. La estrella más cercana a nuestro Sol se encuentra a algo más de 4 años luz. Y para llegar al final de nuestra Galaxia, la Vía Láctea, emplearíamos decenas de miles de años yendo a esa velocidad. Andrómeda, una de las galaxias más cercanas a la nuestra, se encuentra a 2,5 millones de años luz. Existen galaxias en cúmulos de galaxias a decenas e incluso miles de millones de años luz. Difícil de imaginar, ¿verdad?

Y es que el Universo donde vivimos no es tan solo un lugar, con inmensos vacíos, en el que se dispersan los supercúmulos de galaxias —con todo el gas y el polvo incluidos en ellos—, la misteriosa materia oscura y la mucho más misteriosa, aún, energía oscura. ¡No! Nuestro universo podría ser infinito, con infinitos sistemas solares idénticos al nuestro en los que habría infinitos planetas Tierra e infinitos tú, conviviendo en infinitos emplazamientos y momentos, en los que te encontrarías infinitas veces con un número infinito de seres queridos y no tan queridos.

Ilustración a escala logarítmica del universo observable

Así es, no sabemos exactamente si nuestro universo es finito o infinito, lo que sí sabemos a ciencia cierta es que tan solo logramos observar una pequeñísima parte del mismo (las últimas estimaciones lo mesuran en casi cien mil millones de años luz de diámetro).

Desde que el ser humano se ha hecho la misma pregunta sobre el tamaño del Universo, éste ha ido creciendo de manera exponencial; desde las más antiguas civilizaciones, en las que todo lo conocido eran las estrellas más próximas y los planetas del Sistema Solar, hasta las mediciones revolucionarias de principios del siglo XX que, gracias a los adelantos en materia de observación (estrellas variables, supernovas de tipo Ia, etc.), consiguieron incrementar el tamaño del Universo abrumadoramente, pasando de un puñado de años luz a miles de millones de años luz.

Campo Ultra Profundo del Hubble: la imagen más profunda del universo, utilizada para buscar galaxias que existieron entre 400 y 800 millones de años después del Big Bang

Hoy en día, gracias a los satélites lanzados en las misiones espaciales, encargados de hacernos ver, entre otras cosas, cuál es el origen del Cosmos y su destino final —pasando por todos los procesos que todo ese gran concepto de evolución engloba— y el gran conocimiento que tenemos actualmente de la composición y comportamiento de la materia en su mayor estado fundamental (las partículas elementales) y sus interacciones, qué tan exitosamente de forma experimental (se ha llegado a recrear cómo era nuestro universo una milbillonesima de segundo después del Big Bang) se recrean en los colisionadores de partículas repartidos por todo el mundo, y unido a las conclusiones de las más profundas reflexiones estudiadas por cosmólogos y físicos teóricos, se llega a la conclusión de que vivimos en un universo que podría ser infinito… ¿o a lo mejor no? ¿Podría ser que nuestro universo fuese realmente finito pero que conviviese en un espacio infinito con infinita cantidad de universos finitos… o infinitos?
A este concepto se le conoce como “El Multiverso”, un hipotético marco conceptual en el cual múltiples universos, en los que las leyes fundamentales que rigen nuestro universo no tendrían por qué ser las mismas, convivirían como si de burbujas suspendidas en un océano se tratasen.

Ilustración del “multiverso”. Cada burbuja representa un universo distinto al nuestro

En la antigüedad, para los pensadores y astrónomos, éramos el centro de un universo grande pero ni por asomo del tamaño del que hoy en día tenemos certeza. Es difícil imaginar que en aquella época pudiesen llegar a pensar en lo que en materia de tamaños y conceptos sobre el Universo tenemos hoy en día. Puesto que a medida que ha ido avanzando el tiempo y el ser humano a ido evolucionando en la forma de observar, precisamente, la propia evolución del Universo, sólo nos queda imaginar cómo, después de saltos seculares, sabrán de qué manera es el Universo, o los universos o multiversos, las futuras generaciones de seres humanos que estudien nuestro vasto y maravilloso universo.

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